viviendo la juventud a mi manera

este es mi blog,acabo de cumplir mis 16 años y ahora este blog se llamara viviendo la juventud a mi manera

Wednesday, April 26, 2006

Descanza en paz Lady Morcillo

descanza en paz lady morcillo


Bueno people excusenme porque tenia mucho sin postiar pero era que mi prima estaba aqui de vacaciones y la estabamos pasando bien. Pero que malo que se tuvieron que juntar la felicidad con la tristeza se preguntara porque lo digo. Pero fue que una de mis compañera de escuela se murio el lunes de 17. De una enfermandad en la sangre.Ella tenia esta enfermedad por 4 años.El domingo 16 callo en coma y el lunes se murio.El martes nos dijeron la mala noticia y como ella no parecia q estaba enferma nadie lo creia hasta que dijeron que la iban a velar el viernes 21 y que la iban a cremar.En la escuela le hicimos carteles y en la noche fuimos a velorio.Que malo es ver una compañera en una caja de muertos eso fue tan triste y tan doloroso pero asi es la vida uno no sabe cuando se va a morir.



mi prima y yo













Monday, April 10, 2006

PROHIBIDO LLORAR, PORQUE DE VERDAD QUE LLEGA MUY HONDO

. ¿Papito... Cuánto me amas? El día que mi Hija nació, en verdad no sentí gran alegría. Por que la decepción que sentía parecía, ser más grande que el gran contecimiento que representa tener una hija. ¡Yo quería un varón! A los dos días de haber nacido, fui a buscar a mis dos mujeres, una lucía pálida y agotada y la otra radiante y dormilona. En pocos meses me dejé cautivar por la sonrrisita de mi Gabrielita y por la infinita inocencia de su mirada fija y penetrante, fue entonces cuando empecé a amarla con locura. Su carita, su sonrisita y su mirada no se apartaban ni por un instante de mis pensamientos, todo se lo quería comprar, la miraba en cada niño o niña, hacía planes sobre planes, todo sería para mi Gabrielita. Este relato era contado a menudo por Rubén, el padre de Gabrielita y Yo también sentía gran afecto por la niña que era la razón más grande para vivir de Rubén según decía él mismo. Una tarde estaba mi familia y la de Ruben, haciendo un picnic a la orilla de un río cerca de casa y la niña entabló una conversación con su Papá, todos escuchábamos: Papi,... cuándo cumpla quince años ¿Cuál Será mi regalo? -Pero mi amor, si apenas tienes diez añitos, ¿No te parece que falta mucho para esa fecha? Bueno papito,... tu siempre dices que el tiempo pasa volando, aunque yo nunca lo he visto por aquí. La conversación se extendía y todos participamos de ella. Al caer el sol regresamos a nuestras casas. Una mañana me encontré con Rubén enfrente del colegio donde estudiaba Gabrielita quien ya tenía catorce años. Rubén se veía muy contento y la sonrisa no se apartaba de su rostro. Con gran orgullo me mostraba las calificaciones de Gabrielita, eran notas impresionantes, ninguna bajaba de diez puntos y los estímulos que les habían escrito sus profesores eran realmente conmovedores, felicite al dichoso papá. Gabrielita ocupaba toda la alegría de la casa, en la mente y en el corazón de la familia, especialmente en el de su Papá. Fue un Domingo muy temprano cuando nos dirigíamos a misa, cuando Gabrielita tropezó con algo, eso creíamos todos y dió un traspié, su Papá la agarró de inmediato para que no cayera...Ya instalados en la iglesia, vimos como Gabrielita fue cayendo lentamente sobre el banco y casi perdió el conocimiento. La tomamos en brazos, mientras su Papá buscaba un taxi hacia el hospital. Allí permaneció por diez días y fue entonces cuando le informaron que su hija padecía una grave enfermedad que afectaba seriamente su corazón, pero no era algo definitivo, qué debían practicarle otras pruebas para llegar a un diagnóstico firme. Los días iban pasando, Rubén renunció a su trabajo para dedicarse al cuidado de Gabrielita, su Madre quería hacerlo pero decidieron que ella trabajaría, pues sus ingresos eran superiores a los de él. Una mañana Rubén se encontraba al lado de su hija, cuando ella le preguntó: -¿Voy a morir, no es cierto? ¿Te lo dijeron los doctores? -- No mi amor...no vas a morir, Dios que es tan grande, no permitiría que pierda lo que más he amado sobre este mundo, respondió el Padre. -¿Van a algún lugar? ¿Pueden ver desde lo alto a su familia? ¿Sabes si pueden volver? preguntaba su Hija. - Bueno hija,... en verdad nadie ha regresado de allá a contar algo sobre eso, pero si yo muriera, no te dejaría sola, estando en el mas allá buscaría la manera de comunicarme contigo, en última instancia utilizaría el viento para venir a verte. -¿Al viento? ¿Y cómo lo harías? -No tengo la menor idea hijita, solo sé que si algún día muero, sentirás que estoy contigo, cuando un suave viento roce tu cara y una brisa fresca bese tus mejillas. Ese mismo día por la tarde, llamaron a Rubén, el asunto era grave, su hija estaba muriendo. Necesitaban un corazón, pues el de ella no resistiría sino unos quince o veinte días más. ¡UN CORAZÓN! ¿Dónde hallar un corazón? ¡Un corazón! -¿Dónde Dios mío? Ese mismo mes, Gabrielita cumpliría sus quince años. Y fue el viernes por la tarde cuando consiguieron un donante, una esperanza iluminó los ojos de todos, las cosas iban a cambiar. El Domingo por la tarde ya Gabrielita estaba operada, todo salió como los médicos lo habían planeado. ¡Éxito total! Sin embargo, Rubén todavía no había vuelto por el hospital y Gabrielita lo extrañaba muchísimo, su mamá le decía que ya todo estaba muy bien y que su papito sería el que trabajaría para sostener la familia. Gabrielita permaneció en el hospital por quince días más, los médicos no habían querido dejarla ir hasta que su corazón estuviera firme y fuerte y así lo hicieron. Al llegar a casa todos se sentaron en un enorme sofá y su Mamá con los ojos llenos de lágrimas le entregó una carta de su Padre: "Gabrielita, hijita de mi corazón: Al momento de leer mi carta, ya debes tener quince años y un corazón fuerte latiendo en tu pecho, esa fue la promesa que me hicieron los médicos que te operaron. No puedes imaginarte ni remotamente cuanto lamento no estar a tu lado en este instante. Cuando supe que ibas a morir, decidí dar respuesta a una pregunta que me hiciste cuando tenias diez añitos y a la cual no respondí. Decidí hacerte el regalo más hermoso que nadie jamás haría por mi hija... Te regalo mi vida entera sin condición alguna, para que hagas con ella lo que quieras. ¡¡Vive hija!! ¡¡Te amo con todo mi corazón!! " Gabrielita lloró todo el día y toda la noche; Al día siguiente fue al cementerio y se sentó sobre la tumba de su Papá; lloró como nadie lo ha hecho y susurró: " Papi,... ahora puedo comprender cuanto me amabas yo también te amaba y aunque nunca te lo dije, ahora comprendo la importancia de decir "Te Amo" y te pediría perdón por haber guardado silencio tantas veces ". En ese instante las copas de los árboles se mecieron suavemente, cayeron algunas hojas y florecillas, y una suave brisa rozó las mejillas de Gabrielita, alzó la mirada al cielo, intentó secar las lagrimas de su rostro, se levantó y emprendió regreso a su hogar. Si este mensaje tocó tu corazón, envíalo a tus mejores amigos como señal de tu amistad, en estos momentos aunque yo estoy llorando, decidí compartir esto contigo y decirte: Por favor nunca dejes de decir "TE AMO" No sabes si será esa la ultima vez... CADA DIA, A CADA INSTANTE EXPRESA TU AMOR.